Fue cuando empecé a estudiar sexualidad, y después en mi práctica profesional consultando mujeres y hombres, que lo confirmé: las mujeres somos completamente diferentes a los varones. La psicología es distinta, el sentir, el pensar y el actuar, tan diferentes como la anatomía y la fisiología.

A partir del punto donde se unen el eje y la crura, hay otras dos extensiones: las lámparas del clítoris. Los bulbos del clítoris se extienden cara abajo bajo cada uno de los labios menores. Son más grandes que la crura y se llenan de sangre a lo largo de la excitación.

Un día, cuando no pude plañir más, cuando sentí que si no me alejaba moriría, llame a mi mamá que estaba en la ciudad de Los Ángeles y le dije que precisaba distanciarme y respirar porque no podía más. me mandó los boletos y un par de días después tomé un vuelo a mi destino,…

El amor ágape como se revela en las Escrituras define, por antonomasia, el amor de el blog, quien es perfecto. Ágape es un amor inmotivado e incondicional, tal y como lo representa el blog, capaz de querer incluso al más vil de los pecadores, al punto de morir en una cruz por él.

La pornografía legítima, disfrutable, tiene sus conductos instituidos, no clandestinos. En nuestros días, las grandes y reconocidas productoras de USA y Europa mandan discos a domicilio. Pero lo más inmediato son los portales formales en la red de redes.

Los resultados de un interesante estudio realizado en la Universidad de Texas (USA) acerca de la influencia que puede tener el recuento de espermatozoides en una mujer que pudiera considerarse normalmente fértil pueden orientarle

Suele usarse para anudar los brazos de la persona a la espalda. Con los brazos atados así, la persona sumisa y atada puede seguir moviendo las piernas, lo que proporciona muchas posibilidades de juego a la parte Dominante, que puede hacer que la sumisa se ponga en pie, ande y se desplace.

En la dermis hay dos géneros de glándulas: las sebáceas, que segregan grasa que sirve de lubrificante y protector contra las bacterias, y las sudoríparas, que regulan la temperatura corporal generando sudor que, al evaporarse, la hace descender.

David había asido el látigo y lo golpeó contra las nalgas de Julia. Con cada sacudida que recibía sus orificios se encogían un tanto más. David parecía todo un experto con aquel látigo en su mano. Delicado con sus azotes, les imprimía la fuerza justa para proporcionarle chispas de intenso placer.

Hazte la reina de las escaleras. Siéntese y pídale a su amante que se dé la vuelta y estimule su clítoris oralmente. Pídale a su amante masculino que se voltee sobre su espalda y la estimule oralmente desde abajo o se arrodille detrás de ella, se incline y agarre sus pechos y haga su estilo…